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Qué ver en Lisboa en 3 días (II): descubriendo Queluz y Sintra

Sintra es una visita obligada si pensáis estar varios días en Lisboa. Su proximidad y su ambiente de cuento de hadas, lo convierten en el lugar idóneo para una escapada de un día.

Investigando sobre la zona, descubrimos que de camino estaba el Palacio Nacional de Queluz, así que hicimos una parada para visitarlo.

Este Palacio destaca por su estilo rococó y por sus impresionantes jardines, decorados con estatuas, setos, fuentes e incluso una cascada.

 

También se puede encontrar un canal decorado con azulejos, donde la familia real solía pasear en barca.

 

Os recomendamos que lo visitéis a primera hora. Nosotros llegamos a la hora de apertura y fue una auténtica gozada visitarlo completamente solos. El precio de la entrada es de 9 Euros/persona.

Tras esta parada, fuimos directamente a Sintra. Decidimos visitar el archiconocido ‘Palacio da Pena’ por la mañana y la ‘Quinta da Regaleira’ después de comer.

El Palacio da Pena se encuentra en la parte más alta de la Sierra de Sintra. Se puede llegar hasta allí en coche, pero os recomendamos que lo dejéis en el pueblo y subáis en autobús o tuc tuc. Nosotros subimos en coche y los parkings estaban completos, por lo que nos tocó bajar de nuevo, aparcar y volver a subir. Perdimos muchísimo tiempo.

También os recomendamos que intentéis ir un día que no haya mucha niebla o, de lo contrario, no seréis capaces de ver nada.

Este Palacio del S.XIX llama la atención por sus colores vivos y sus densos y boscosos jardines, pero por culpa de la niebla la visita fue bastante decepcionante.

 

Lo que si pudimos hacer con calma, fue visitarlo por dentro. Es igual de ecléctico que por fuera, y sigue conservándose tal y como lo dejó la familia real en 1910 cuando se transformó en museo.

 

Nuestra recomendación es que lo visitéis sin prisa, os perdáis por sus inmensos jardines y disfrutéis de este paraje de cuento de hadas. El precio de la entrada (palacio + jardines) es un 5% más barata si la compráis online a través de este enlace (unos 11 Euros/persona)

Llegada la hora de comer, bajamos con nuestros amigos a Sintra y comimos en un restaurante con comida típica llamado Apeadeiro, donde no pudo faltar el Bacalao. Con fuerzas de nuevo, pusimos rumbo a nuestra última visita del día: la Quinta da Regaleira.

 

Si tuviéramos que definir este lugar con una palabra sería «mágico». La quinta cuenta con un palacio de estilo neomanuelino, pero sin duda alguna lo más impresionante son sus jardines. Lagos, bosques, pozos que se comunican a través de conductos subterráneos, estatuas, una capilla,…, son solo algunas de las cosas que os podéis encontrar en las cuatro hectáreas que la conforman. Todo envuelto en un aire de esoterismo, que os hará sentir cada vez más curiosidad por este lugar. El precio de la entrada es de 6 Euros/persona.

 

A media tarde empezó a oscurecer, así que decidimos volver a Lisboa. Nuestra siguiente parada fue LX Factory, una especie de mercadillo situado en una antigua zona industrial en el barrio de Alcântara. Arte, literatura, gastronomía,…, se entremezclan con el aire decadente del lugar.

La mejor tarta de chocolate de Lisboa la podéis encontrar aquí, en Landeau. Un lugar agradable y tranquilo donde poder hacer un descanso y tomar un buen café.

También podréis disfrutar de unas espectaculares vistas desde la azotea del restaurante Rio Maravilha.

Llegada la hora de cenar, teníamos reserva en el restaurante A Casa do Bacalhao, que conocimos gracias a nuestros amigos lisboetas. ¡IMPRESIONANTE!. Por unos 25 € por cabeza cenamos divinamente. ¿Qué mejor que un bacalhau à brás para poner fin a un duro día de caminatas y visitas?

 

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